.... Seguro el cansancio secundario a nuestra amistad tóxica hizo que tomáramos distancia, seguro lo fácil, seguro el orgullo, seguro nuestra soberbia incapacidad para reconocer que los dos fallamos como amigos. Fue el 2009 cuando el destino nos cruzó en una de tantos engranajes del tiempo, he olvidado detalles ya de ese momento, lo que si recuerdo es la risa chillona de aquel niño consentido de mamá, de aquel que sufria en silenció la partida prematura de su señor papá. Que aventajado don aire de hacendado del llano tenía ( creo que aún tiene) algo sátiro, un poco altivo, muy divertido, con un ímpetu para vivir que yo siempre le he envidiado; siento que es de esas personas que viven contal frenesí que aún cuando vivan muchos años, seguro sienten no haber vivido lo suficiente. Su personalidad para mí algo excéntrica ( yo el juicioso fiel acomado a las buenas pero aburridas, dirían algunos constumbres de casa) mientras que el con sus manerismos, su risa estridente, l
Escribiendo bajo el cielo que nos cobija a los dos.